Bávaro, Punta Cana. – En respuesta a las crecientes críticas por su aparente ineficacia en el control de los horarios de expendio de bebidas alcohólicas, el Ministerio de Interior y Policía —a través de la Resolución MIP-RR-0006-2025— ha emitido un contundente recordatorio de autoridad. Con esta disposición, la institución busca reafirmar el papel del Cuerpo Especializado de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA) y frenar la proliferación de establecimientos que operan fuera de los límites legales en las zonas turísticas del país.
La nueva resolución ordena el cierre inmediato hasta el día siguiente de todo negocio sorprendido en flagrante violación de los horarios establecidos por el Decreto 308-06 y la Resolución Conjunta ESP/001-2022. Esto significa que bares, discotecas y colmadones que ignoren las normas no solo enfrentarán sanciones, sino que deberán permanecer cerrados de manera obligatoria bajo supervisión policial.

El documento, firmado por la ministra Faride Raful, dispone además que los agentes policiales deberán levantar evidencias —fotos, videos o testimonios— al momento de intervenir, garantizando transparencia en los procesos y respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos. De igual modo, se recuerda a los agentes que toda intervención debe realizarse con apego a los principios de legalidad, proporcionalidad y respeto a la integridad física y material de las personas y establecimientos.
Sin embargo, el punto más fuerte de la resolución llega con el artículo tercero, donde se establece que la reincidencia en tres cierres dentro de un período de doce meses podría derivar en el cierre temporal o definitivo del establecimiento infractor. En otras palabras, los negocios que insistan en violar los horarios de venta de alcohol arriesgan perder su licencia de manera permanente.
Esta medida surge en medio de una creciente ola de denuncias ciudadanas en destinos turísticos como Bávaro y Verón, donde el descontrol de algunos negocios ha generado altos niveles de contaminación sónica, disturbios nocturnos y violaciones constantes a los horarios de cierre. Los residentes han acusado al COBA de ausentarse de la zona y no actuar frente a los locales que operan hasta altas horas de la madrugada.
Con esta resolución, Interior y Policía parece responder a esas críticas, dejando claro que el cumplimiento de las normas no es negociable y que la institución fortalecerá su presencia y control en los polos turísticos.
El mensaje es claro: “El COBA se defiende, pero también actuará con firmeza.”
La pelota ahora está en la cancha de los dueños de bares y discotecas, quienes deberán ajustarse a los reglamentos o enfrentar las consecuencias legales que, esta vez, parecen no tener margen de indulgencia.