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COBA ausente, ruido presente: la otra cara de la noche en Bávaro y Verón

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Por Redacción Bávaro Digital

Verón–Punta Cana. — Mientras los turistas buscan descanso y los residentes imploran silencio, las madrugadas de Bávaro y Verón se han convertido en un carnaval de bocinas, alcohol y desvelo. La Dirección de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA), responsable de fiscalizar los horarios y la venta de alcohol, parece haber borrado de su mapa la zona turística más activa del país.

En recorridos realizados por Bávaro Digital, se constató que decenas de bares, colmadones y “lounges” siguen abiertos hasta pasadas las 3:00 de la mañana, con música a todo volumen y expendio de bebidas sin control alguno. La ley establece límites claros. Lo que falta, según los vecinos, es quien la haga cumplir.

Una noche sin control

En sectores como Friusa, El Hoyo, la Avenida España, La doble vía en Verón y los barrios de Villa Esperanza, Calle María Veron, el Cortecito, el cierre de los establecimientos es solo simbólico. Algunos bajan parcialmente sus puertas cuando circula una patrulla policial, pero minutos después el sonido vuelve con más fuerza.

“Aquí no se duerme. Entre las bocinas y los pleitos por tragos, esto parece una discoteca al aire libre”, relata Rosa Martínez, residente en Friusa desde hace ocho años.

La investigación reveló además que el COBA no realiza operativos constantes ni coordinados con la Policía Turística (POLITUR) o las autoridades municipales. Comerciantes y taxistas coinciden en que “las visitas son esporádicas y predecibles”, lo que permite que los negocios reincidan apenas se retiran los inspectores.

Contaminación sónica sin freno

La contaminación por ruido es otro de los grandes males. Bocinas gigantes, carros con sistemas de sonido extremos y música sin límite invaden los vecindarios. El descanso se volvió un lujo.

Los médicos del área señalan que el ruido continuo aumenta el estrés, interrumpe el sueño y deteriora la salud mental de las familias locales. En las zonas turísticas, además, los hoteles cercanos a centros de diversión informan quejas de visitantes extranjeros que no logran dormir.

Un COBA invisible en el principal destino turístico

El COBA fue creado para regular la venta y el consumo de alcohol en todo el territorio nacional. Sin embargo, en Bávaro–Verón su presencia es prácticamente nula.

En los tres fines de semana analizados por Bávaro Digital, no se observó un solo operativo activo. Las denuncias de los vecinos abundan, pero no hay seguimiento ni sanciones visibles. Esta ausencia de autoridad ha permitido que la noche se convierta en terreno libre para la desobediencia.

“Aquí nadie teme al COBA, porque nunca vienen. Si vinieran seguido, esto cambiaría”, afirmó un propietario de colmado bajo anonimato.

Consecuencias que van más allá del ruido

El problema trasciende el simple desvelo. La venta de alcohol fuera de horario está directamente relacionada con riñas, accidentes de tránsito y conflictos vecinales.
La mezcla de música, alcohol y madrugada ha convertido ciertos puntos de Verón en zonas de riesgo, afectando incluso la imagen turística internacional de Punta Cana.

Llamado a la acción: que la ley se escuche

Los residentes piden una presencia real y permanente del COBA, en coordinación con la Policía Turística y el Ayuntamiento de Verón–Punta Cana.
Proponen operativos semanales rotativos, multas ejemplares para reincidentes, y la instalación de una línea de denuncias 24/7 con respuesta verificable.

La zona turística más importante del Caribe no puede vivir entre ruido, alcohol y abandono institucional. Si el COBA cumple su rol, la noche puede volver a ser parte de la belleza del destino, no de su caos.

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